Nuestra vivienda es un espacio con el que merece la pena ser previsor. Y es que cualquier contratiempo que nos asalte puede convertirse finalmente en un auténtico quebradero de cabeza. Uno de los grandes motivos por los que contratar un seguro de hogar es que nos permite resolver estos problemas de forma sencilla y rápida, como por ejemplo de las reparaciones de fugas de agua.
Por desgracia, son muchos los usuarios que no se preocupan por una póliza hasta que se ven afectado por un daño grave. Curiosamente, este tipo de percances ocurren con mayor frecuencia de la que podamos pensar, incluso es mayor que los casos de robos o rotura de cristales en casas.
El seguro y las reparaciones de fugas de agua
Los problemas que pueden provocar las fugas, goteras o inundaciones pueden ser muy complejos. Dicho lo cual, resulta conveniente revisar que en el contrato del seguro del hogar se incluya la indemnización, coste de la reparación y reposición de los bienes dañados por culpa de las fugas de agua.
Aquí es importante mencionar que es posible que tan solo tengamos ciertas coberturas contratadas, como por ejemplo que el seguro responda ante daños de suelo, techos, paredes y demás, pero no al contenido de la vivienda, es decir, los que afecten a los enseres que tengamos en nuestra casa. En el caso de provocarle a su vecino una humedad, la aseguradora asume los daños mediante la responsabilidad civil frente a terceros.
Generalmente las aseguradoras cuentan con profesionales en fontanería para atender las necesidades de los clientes los 365 días del año y las 24 horas del día.
Se trata de la llamada “cobertura de daños por agua” que incluye trabajos de albañilería y fontanería, además de reparaciones estéticas por culpa de, por ejemplo, fugas de agua, con independencia de que, si los desperfectos se producen en nuestra casa, la del vecino o en la comunidad.
Para las fugas de agua, cada póliza tiene sus propias coberturas.
Cómo detectar una fuga de agua
Igualmente, para evitar tener que recurrir al seguro como resultado de una fuga de agua, lo mejor es tomar las precauciones necesarias.
Para empezar, es fundamental conocer cómo detectar a tiempo estas incidencias para evitar tener que sufragar el coste de su reparación. Por fortuna, existen señales que nos ayudarán a hacerlo, como abultamientos en las paredes, que el inodoro suelte agua, humedades o que el recibo de la factura del agua suba de forma desproporcionada.
En cualquier caso, es posible prevenirlas:
Fugas de agua en la cocina
Es frecuente que en las cocinas se produzcan fugas de agua en las tuberías que corren por dentro de la pared. Para averiguar si hay algún problema es recomendable acercarse al tabique y escuchar si el agua corre a través de ella. Si esto es así, contacte inmediatamente con un profesional.
Fugas de agua en el baño
Es uno de los problemas más típicos en el hogar. Revísalas con regularidad y asegúrese de que cierran correctamente. En el caso de que alguna no lo haga, cámbiela o repárela.
Si percibe zonas descoloridas en las paredes de su vivienda sin motivo justificado, obsérvelas durante unos días. Si no desaparecen o van a más, es probable que se haya producido una fuga de agua.
En este caso puede contactar con Álvaro e Hijos, una empresa de Madrid que se encarga de reparar fugas de agua ofreciendo un servicio de calidad y económico para sus clientes.